jueves, 21 de julio de 2011

From Scotland

Bueno retomo el Blog con las experiencias de los primeros días en Escocia y algunas fotillos.



Os escribo desde las altas tierras de Escocia, o las Highlands, que es como las llaman aquí, y por lo que sé los autóctonos escoceses se sienten muy orgullosos de pertenecer a ellas. Debe ser como sentirse maño, vasco o andalú. 

La verdad que todo ha pasado muy rápido y ahora ya empiezo a darme cuenta de dónde estoy y el tiempo que me queda por delante. Y lo que he dejado atrás… Los últimos dos meses en Santiago habían sido  frenéticos, exámenes, revolución, fiestas de despedidas a diario y licores y licores, ¿dormir? Nunca. Sin tiempo a pensar, solo a vivir, pero casi sin respirar.

Luego empaquetarlo todo, una semana en Valencia, miles de holas y de nuevo adiós. Y no hace gracia saludar para volver a despedirse por un tiempo, y mucho menos acostumbrarse a ello, pero es la cruz de cualquier emigrante errante.

Así que sin dar tiempo a echar de menos ni a ubicarse tocaba empezar otra historia, una nueva aventurilla y así baje del autobús del aeropuerto en Edimburgo. Casualidades de la vida, lo primero que escuché fue lo que llevaba todo el año escuchando desde mi cocina: UNA GAITA! Me alegré y ahí me entró algo de morriña, ya he descubierto reamente lo que esta palabra significa. Empezaba a darme cuenta de todo lo que había dejado atrás y de lo peor, que nada iba a repetirse. Pero hay que mirar palante siempre!

 Tan absorto estaba yo en mis estupideces que luego me atropella un taxi, no me acordaba de la movida de que los coches circulan al revés. Y no me acostumbro, parezco gilipollas cada vez que voy a cruzar la carretera jajaj.  Luego quedé con un colega de Santiago y nos fuimos a hacer una visita nocturna a los bares de la ciudad. La verdad es que está de puta madre, hay muchos bares y grupos tocando en directo y desde luego tengo que ver la ciudad más a fondo, porque  estuve solo una noche. Al día siguiente tocaba viajar y empezar el curro. 

Cuatro horas de autobús separan Edimburgo de Inverness, y en ese viaje (aparte de dormir) me sirvió para darme cuenta de dos cosas: la primera es que el paisaje de Escocia es muy similar al de Galicia, quizá más suave, sin muchas montañas y con más agua. La segunda es que cada vez es más difícil que me sorprendan este tipo de paisajes, es más, creo que simplemente los necesito. Nada más. 



El curro realmente no es nada del otro mundo,  no hay que hacer mucho, quizá por eso tampoco pagan tanto. Un par de horitas por la mañana haciendo camas barriendo y ese stuff. Y luego atender a la gente y ver lo que necesita. Es muy tranquilo, acostumbrado que estaba yo a ir con un petardo en el culo en mis días de camarero, aquí las cosas van con calma. Hay horas muertas que uso para leer y mis historias. No hay prisa ninguna. Mola. Y es que estoy en mitad de la nada, el hostel está en una pequeñita aldea a 30 minutos de Inverness, al ladito del lago Ness. Aquí no nos llega el estrés gris de la gran ciudad.

Y nada la jefa es un encanto y los compañeros también, 2 chicas inglesas, una canadiense y un chico francés. El inglés lo llevo mejor de lo que esperaba, sobretodo suelo entenderlo casi todo, luego hablarlo fluidamente me cuesta bastante más. Pero me suelo aclarar al menos.  

Estar en medio de la nada tiene sus cosas buenas y malas. Y es que aquí hay que buscarse otros entretenimientos.  Yo ya me he hecho colega de los niños y solemos jugar al futbol muchas tardes y suelo ser el mejor del equipo, contando que ellos solo tienen 10 años jajaja. 

También he hecho unas cuantas excursiones al lago Ness y es toda una experiencia. Hay un lugar que hay una especie de cala donde bañarse y por el camino hay que atravesar un bosque típico de los cuentos de hadas y brujas. También hay que atravesar tres ríos, uno de ellos tiene un árbol tirado de lado a lado a modo de puente y ya sabes, o por arriba y te caes o por abajo y te mojas. Yo prefiero por arriba, ya veremos el día que me caiga jejej. Para cruzar los otros dos, que no son tan profundos, basta con descalzarse y cagarse en la madre de las piedras, que pinchan como clavos.

Tres veces he intentado ir a la caza de Nessie, la primera eran a las 9 de la noche y en cuanto me quité la ropa empezó a soplar un viento helado y vi unas nubes que venían a por mí. Así que ya dentro, con el agua por las rodillas dije que se metiera su prima. Aquí no existe el verano. La máxima temperatura en un día soleado puede que sean 25º. Además anochece a las 11pm y amanece a las 4 am y no se llega a hacer de noche, se queda el cielo azulado. ¡Estas movidas geográficas son la hostia!

La segunda vez que lo intenté más de lo mismo, llego al sitio y de repente veo detrás de mí  una nube negra. Otra vez. Empieza a llover y digo: “Bueno, puro tiempo escocés, como diría William Wallace.” Por si quería mojarme una hora estuve bajo una buena tormenta, además que a la vuelta me perdí por el bosque. Nessie estaba teniendo mucha suerte.

 Pero a la tercera lo conseguíí!! Me metí y pensaba que podría echar un par de largos, pero hay que reconocerlo, en cuanto metí la cabeza dentro me di cuenta de que soleado o no, el agua está fuckin’ cold!! Casi igual que la de los mares noruegos, te deja sin respiración. Apenas aguanté 10 minutos, pero una pareja de suecos aún aguantaron menos. Tendré que entrenar y acostumbrarme a ello, aunque ya digo que los lugareños no se suelen bañar a menudo… 

Y  nada en cuanto a las costumbres este pueblo-aldea tiene muchas cosas que me recuerdan al mío. Por las noches solemos ir al bar (el único dentro del pueblo) y ya empiezo a conocer a los parroquianos.  El otro día coincidió que había un concierto de unos abueletes. Llevaban varios tipos de guitarras, un banjo, un violín y tocaban de pm y varios tipos de música: folk, country y algunas típicas escocesas. Además suelen reunirse allí, así que será plan de desenfundar las armónicas. O al menos dar palmas.

Algunas veces vamos con los turistas en plan guías-colegas y estamos con ellos charlando. Es interesante, lo que se de Escocia lo sé por los viajeros. Estoy conociendo gente de todos los lugares: Noruega, USA, Alemania, Francia, Austria, Brasil…hasta de Santiago, Granada, Vitoria o Málaga. Sí!!! Escocia está plagada de españoles. Y qué gracioso es encontrarse con un español en el extranjero, automáticamente pasamos a ser colegas de toda la vida! La gente aquí eso no lo entiende, no pasa entre ellos. No sé si será porque somos algo catetos en cuanto al inglés o porque simplemente somos así. Lo que es seguro es que hacemos más ruido y ni las 11 ni las 12 es tarde para nosotros!! Joder que aquí cenan a las 6 de la tarde!!

 Bueno yo creo que ya he dado bastante la chapa, ya os seguiré contando cómo van las experiencias escocesas, por cierto, esto también se parece a mi pueblo en que no hay muchas mozas, habrá que engañar a las turistas!! Y de Nessie ni rastro, debe haberse mudado a otro lago más calentito. 

2 comentarios:

  1. ¡Cuélate en el Urquart de noche, es lo mejor! :)

    Besinhos

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  2. Sí!! la foto es allí cuando nos colamos, la semana que viene vienen el carlos y el kike asi que nos iremos a echar unas cervecitas. Dicen que es la mejor hora para bucear jaja

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