domingo, 17 de abril de 2011

The hell of Santiago




Cuenta la historia que fue construida hace cerca del año 1075 por el rey Alfonso VI sobre una sola pieza a partir de una de las rocas más duras de tallar. La pulcritud de cada detalle, la suavidad de las formas, la perfección en forma de arte; no es extrañar que tardara más de cincuenta años para que se colocara el último ladrillo, llevándose por delante a muchos obradoiros que entregaron honrosamente sus vidas para una causa tan noble: alzarla en lo más alto, unir el pináculo con el cielo para tocar lo divino. Pero pocos saben el secreto que alberga bajo sus cimientos.

Dicen las malas lenguas que se encuentra en un centro de poder, encima de uno de los múltiples vértices energéticos que existen a lo largo del planeta. Dicen que si te sitúas en uno de ellos puedes lograr el equilibrio, sentir la energía, el movimiento de la tierra e incluso las vibraciones atómicas.

Hace poco más de 1000 años allí existió un templo pagano donde meigas y druidas practicaban las artes de la magia y la brujería. Eran los encargados de mantener el equilibrio natural, ya que eran capaces de sintonizar con el entorno, comunicarse con los árboles y sentir las vibraciones del cielo, el mar y la tierra.

Estas prácticas desconocidas eran de gran ayuda para los habitantes de las aldeas, pues conseguían espantar las epidemias, mantener a raya a los hombres lobo, predecir años de vacas flacas o agrupar a las ánimas solitarias que cuelgan entre el mundo de los muertos y de los vivos. De ahí nació la Santa Compaña.

Ese tipo de artes no eran del agrado del rey, que las tachaba de satánicas. Dominado por el miedo, temía que algún día estos hechiceros se volvieran en su contra y le destronaran. Podían ser un enemigo muy poderoso. Fundó el rumor entre las gentes ignorantes que habían hecho un pacto con el diablo, que en cualquier momento se rebelarían y sembrarían el terror. Por eso, con el apoyo de los aldeanos organizó una cruzada para perseguirlos hasta la muerte.

Una noche de luna menguante, bajo una densa niebla que calaba los huesos se libró la batalla. No hubo piedad, literalmente rodaron las cabezas de esos seres impíos. En nombre de Dios, se ordenó derribar el templo y levantar el mayor monumento de todos los tiempos para aprovecharse de las propiedades sobrenaturales del terreno.

Un séquito de varios hechiceros logró sobrevivir huyendo a los castros, pequeñas cuevas que se hallan en los bosques, y lanzaron una maldición sobre el lugar. Cada 100 años, en una noche de luna menguante, el cielo cambia de color, se condensa y todo tipo de alimañas ascienden desde las profundidades en busca de venganza. Desde la plaza de Muertos la Santa Compaña campa a sus anchas por la ciudad, en busca de alguien que pueda ayudarles. Se oyen gritos de rabia y desesperación. Los hombres lobo están hambrientos, los duendes salen a robar cuanto pueden. Se les reconoce por esa risilla tan maligna cuando corretean por las calles húmedas.

Esa noche en la que la ciudad se hace inhabitable, la gente se encierra en sus casas tiritando bajo las sábanas y los curas abrazan a la cruz esperando que no les toque a ellos, a mí me gusta salir, mirarlos a los ojos y comprender que no soy más que uno de ellos, un vagabundo errante perdido en el tiempo y el espacio.

6 comentarios:

  1. yo pienso q debias de salir una noche por ai.. por los alrededores de tu casa .. detras del gran monumento cuando no haya ni un alma pa q veas q risa jajaja!! porke aunke a mi eso de las meigas es mas leyenda q nada.. creeme q no haría el camino a santiago por esos bosques yo sola ni de coña.... miedooooo

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  2. Claro sara las fotos están hechas un domingo por la noche a las 4 de la mañana..ni un alma, la ciudad es mía y de las alimañas como yo jejej

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  3. Só che faltou o conxuro da queimada para amenizar o relato... XD

    Mouchos, coruxas, sapos e bruxas.
    Demos, trasnos e diaños,
    espritos das neboadas veigas.
    Corvos, píntigas e meigas,
    feitizos das manciñeiras.
    Podres cañotas furadas,
    fogar dos vermes e alimañas.

    Lume das Santas Compañas,
    mal de ollo, negros meigallos,
    cheiro dos mortos, tronos e raios.

    Oubeo do can, pregón da morte;
    fuciño do sátiro e pe do coello.
    Pecadora lingua da mala muller
    casada cun home vello.

    Averno de Satán e Belcebú,
    lume dos cadáveres ardentes,
    corpos mutilados dos indecentes,
    peidos dos infernais cus,
    muxido da mar embravescida.
    Barriga inútil da muller solteira,
    falar dos gatos que andan á xaneira,
    guedella porca da cabra mal parida.

    Con este fol levantarei as chamas
    deste lume que asemella ao do Inferno,
    e fuxirán as bruxas a cabalo das súas escobas,
    índose bañar na praia das areas gordas.
    ¡Oíde, oíde! os ruxidos que dan
    as que non poden deixar de queimarse
    no augardente quedando así purificadas.

    E cando este brebaxe baixe polas nosas gorxas,
    quedaremos libres dos males da nosa ialma
    e de todo embruxamento.

    Forzas do ar, terra, mar e lume,
    a vós fago esta chamada:
    si é verdade que tendes máis poder que a humana xente,
    eiquí e agora, facede cos espritos dos amigos que están fóra,
    participen con nós desta queimada.

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  4. Por se acaso... XD

    Búhos, lechuzas, sapos y brujas.
    Demonios, duendes y diablos,
    espíritus de las vegas llenas de niebla.
    Cuervos, salamandras y hechiceras,
    hechizos de las curanderas.
    Podridos leños agujereados,
    hogar de gusanos y alimañas.

    Fuego de las Santas Compañas,
    mal de ojo, negros conjuros,
    hedor de los muertos, truenos y rayos.

    Aullido del perro, pregón de muerte;
    hocico del sátiro y pata de conejo.
    Pecadora lengua de mala mujer
    casada con hombre viejo.

    Averno de Satán y Belcebú,
    fuego de los cadáveres ardientes,
    cuerpos mutilados de los indecentes,
    pedos de los infernales culos,
    mugido de la mar embravecida.
    Barriga inútil de la mujer soltera,
    maullar de los gatos que andan en celo,
    melena sucia de la cabra mal parida.

    Con este fuelle levantaré las llamas
    de este fuego que se asemeja al del Infierno,
    y huirán las brujas a caballo de sus escobas,
    yéndose a bañar a la playa de las arenas gordas.
    ¡Oíd, oíd! los rugidos que dan
    las que no pueden dejar de quemarse
    en el aguardiente quedando así purificadas.

    Y cuando este brebaje baje por nuestras gargantas,
    quedaremos libres de los males de nuestra alma
    y de todo embrujo.

    Fuerzas del aire, la tierra, el mar y el fuego,
    a vosotras hago esta llamada:
    si es verdad que tenéis más poder que la humana gente,
    aquí y ahora, haced que los espíritus de los amigos que están fuera,
    participen con nosotros de esta queimada.

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  5. toda la razón diego ejeje, de ahí viene parte de la historia

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