lunes, 11 de febrero de 2013

Compras, felicidad y dopamina

Afirman algunos autores que de la existencia de algunos estudios científicos que señalan que comprar proporciona la felicidad, al menos a muy corto plazo, porque aumentan los niveles de dopamina, la hormona que se encarga de “regular” el placer. No me queda otra que decir que estoy totalmente en desacuerdo y de dudar de la profesionalidad de esos estudios.

 Me parece una postura muy atrevida y demagógica declarar que uno más feliz es cuanto más nivel de dopamina tiene en el cuerpo. Si esto es así, entonces el consumo de cannabis, LSD, cocaína o heroína también produciría felicidad y, además, esta sería cientos de veces superior a cualquier otra actividad que una persona realizase. Según esta versión, ¿se deberían entonces hacer terapias de fumaderos de coca o sesiones de inyecciones de heroína?

En mi opinión, lo primero que debemos hacer es diferenciar entre la felicidad y el placer. De acuerdo que el placer es el que se obtiene con unos niveles altos de dopamina, pero estos deben de permanecer estables y no funcionar como una montaña rusa para que, a medio o largo plazo, podamos hablar de felicidad.

Si una persona de dedica a comprar solo para obtener “inyecciones” de dopamina y después de un par de horas se siente igual que al principio, y siente la imperiosa necesidad de volver a ir a comprar es porque realmente no necesita comprar, su problema es otro y lo está canalizando en la compra de productos, como el que se va al bar a beber whiskey o a jugar a los casinos.

Esa persona que necesita comprar y comprar para sentirse mejor probablemente tenga un vacío emocional y su estrategia es equivocada porque un vacío emocional no se puede llenar con objetos. A corto plazo sí. Pero a un alcohólico no le diremos: mira, mejor vete al bar a tomar que te sentirás mejor, ¿verdad?

Leí en un artículo que en un laboratorio se hizo un experimento con ratas en el que las mantuvieron con unos niveles altísimos de dopamina durante todo el tiempo. ¿Qué ocurrió? Que a los pocos días murieron deshidratadas. Se olvidaron de realizar las funciones básicas de supervivencia porque estaban en su nube de placer. ¿No se parece esto a lo que ocurre con los heroinómanos?

Se ha demostrado que la dopamina es la responsable de algunos trastornos psicológicos como la adicción y también influye en otros más graves como la esquizofrenia. En todos ellos, los niveles de dopamina fluctúan de forma inestable y sin ningún control. Por tanto, se puede rechazar la tesis que afirma que cuanta más dopamina tengas en el cuerpo más feliz serás.

Muchos estudios científicos funcionan al revés de cómo deberían hacerlo realmente, es decir, las empresas arrojan una sentencia como en este caso "comprar = felicidad" y encargan a los laboratorios que pongan todos los elementos a favor para demostrar esa tesis a cambio de grandes sumas de dinero. Si lo consiguen, la afirmación tendrá un valor científico y podrá ser aceptada como una verdad absoluta. ¿Quién nos dice que están actuando de la manera más imparcial posible?

Hacer pensar que los objetivos, productos o los proyectos se obtienen con poco esfuerzo es peligroso. Y peligrosa también es la estrategia de relacionar productos con la posición social porque sí, una parte de personas estará satisfecha y se sentirá bien por estar dentro del rebaño social, pero habrá otra parte rechazada que se sentirá completamente frustrada o dominada por la envidia.

4 comentarios:

  1. No puedo darte la razón del todo. Creo que actos como "comprar, beber, bailar samba..." lo que consideres pueden ser bastante provechosos en el sentido de sacar el organismo de una cierta rutina ( que puede en algunos casos denominarse felicidad) y produce un efecto positivo siempre y cuando se practiquen con sentido común y sin caer en la adicción. Si lo piensas se puede ser adicto a cualquier cosa...Excluiría de aquí las drogas porque como bien dices son un chute demasiado fuerte. ¿Pero comprar? Aunque sea desde un punto de vista "menos elevado" yo te digo que a mí personalmente, una buena caminata (que aunque creas que no, se hace ejercicio en una jornada intensiva de caminar durante varias horas), cierto ejercicio de creatividad y verme guapa con algo no me resulta nada demoledor jajajaja

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  2. No, no resulta nada demoledor sino lo compras luego. Pero ese hecho de sentir placer adquiriendo cosas y acumulando, ¿de dónde viene? ¿Qué son las modas sino crear una sensación de belleza en la conciencia colectiva que va variando cada n tiempo para agilizar y dinamizar la producción?

    Sí que coincido contigo en que la suma de placeres de forma estable y continuada puede llegar a crear una atmósfera de felicidad. Pero el hecho de comprar es un placer, un hecho aislado, una isla más del archipiélago. Por eso, hay que tener cuidado con esos estudios que quieren obtener resultados a medida jugando con los números.

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  3. Buenísimo tu articulo. Actualmente me encuentro a cargo de un programa de educación financiera en Chile y lo que mencionas es justamente lo que más recalco, no puedes llenar una necesidad del espíritu con bienes materiales. Eso, finalmente no te llevará a la felicidad.

    P.D: lo mejor es que fue escrito en el día de mi cumpleaños.

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  4. Agradezco tu comentario David. Y la dichosa causalidad jeje.

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