de sostener unos párpados macerados en ron.
Bendita resaca que te hace sentir vivo, a la vez que te mata,
llevándote pasito a pasito a la perdición.
Extraña sensación al dejar pasar las horas,
yendo sin rumbo fijo, donde sople el viento, a favor.
Contemplar como pasa el mundo y todo gira,
sin preguntarse por qué; abocados al vaivén, sin ton ni son.
Maravillarse de la grandeza de Pangea,
resoplar hálitos de humildad, encontrar el equilibrio.
Escarbar entre las cenizas, soplar y sonreír.
Aspirar bocanadas de aire fresco entre sonrisas.
Recordar todos los momentos efímeros y no olvidar.
Enfrascar los placeres y que no se pierdan, sin fecha de caducidad.
Saber que la libertad significa ser dueño del tiempo,
defenderse de los canallas que nos lo quieren arrebatar.
Creer en uno mismo, tener temple, alzarse en la cumbre.
Llenarse de optimismo, que la mano no tiemble, guiñar un ojo
a la dulce incertidumbre.
No me olvido, Sariya
se q no lo haces. este finde fui al tibidabo.. si vieras lo insignificante que es el mundo desde allí arriba.. colge las fotos. empieza la semana bro!! un besito
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